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CINE: Una declaración de amor


Uno se sienta para volver a ver El hijo de la novia con cierto miedo. Cuando una película gusta tanto la primera vez, siempre surgen dudas sobre si la segunda será igual. Con la obra maestra de Campanella, las dudas se disiparon rápido. En cuanto uno entra en esta historia sobre la VIDA, así con mayúsculas, nada es capaz de empañar casi dos horas en un estado cercano a la felicidad. Te dejas llevar por una magnífica narración que entremezcla risas y lagrimas con una facilidad asombrosa de la mano de un reparto en estado de gracia (Ricardo Darín, Héctor Alterio, Norma Aleandro, Eduardo Blanco, Natalia Verbeke,...) Y hablan y hablan, pero no sobra ni una coma. Y uno encuentra tantas frases para guardar en la memoria que, al final, las acaba plasmando en un blog para que no se le olviden. Especialmente, una de las declaraciones de amor más bellas de la historia del cine, sin necesidad de que la persona amada esté presente porque con la mirada de un enorme actor como Héctor Alterio es más que suficiente:

“Este restaurante lo empecé con Norma. Yo cocinaba, ella atendía. Era una cuestión de dos. Me acuerdo que siempre discutíamos de porqué venía la gente. Ella decía que era por la cocina y yo decía que era por su atención. ¡Es que Norma era una cosa! Ella sí que era la especialidad de la casa, con esa sonrisa que tenía… ¡Qué cartel luminoso! Imagínate, entraba la gente y se encontraban con esa pintura. Ahí aparecía la Norma verdadera: más alegre, más luminosa y, claro, el cliente pensaba que había entrado en el Paraíso por lo menos. Entonces ella pedía que la siguieran, que los iba a llevar a la mejor mesa. Eso se lo decía a todo el mundo, que los llevaba a la mejor mesa y todos se lo creían porque si ella te llevaba es que era la mejor mesa. Te hacía sentir como si fueras el único. Con Francesco nos reíamos porque cada vez que iba a la cocina, todos, mujeres, niños, hombres, absolutamente todos se quedaban como embobados mirándola. No sabían si seguían en la Tierra, si era un fantasma,… Tenían miedo que no volviera. Y ahí los volvía a sorprender, anotando todo junto a la caja, paradita como por arte de magia, como un ángel, mi ángel.”


Dedicado @Sandra_BP

EXTRAS:

- "Dios no es viejo, ni joven. Ni hombre ni mujer. Ni blanco ni negro."
- "No padre, ese no es Dios, es Michael Jackson."

"La verdad es que cuando vos sabes que nada de lo que te pase va a ser peor de lo que te pasó, eso te da como cierto poder. Ya no me preocupo más por nada, ni por la casa grande, el auto, las cuentas, no me caliento más por nada."

- "¿Y cuál es tu sueño?"
- "Irme a la mierda. No puedo más, lo hice todo mal. Tanto preocuparme por todo el mundo, tanto trabajar para ser alguien y al final lo único que tengo es un restaurante que no le interesa a nadie. Tenía razón mi vieja… ¡Me quiero ir a la mierda! No sé adónde, lejos, quizás México. Siempre soñé con México, estar ahí, yo y mi alma, tirado todo el día, sin proveedores, sin cuentas, sin bancos, sin preocupaciones,… ¡Nada! Irme a la mierda sin que nadie me joda. Ese es mi sueño. Y vos, ¿cuál es el tuyo?"

"Pero, ¿qué le va a decir? ¿Lo del discernimiento a un hombre que sigue enamorado después de 44 años? Honestamente padre, ¿usted cree que las siete parejas que se vienen a casar aquí los sábados tienen discernimiento? No le dan ganas de decir a veces: “no chico, tu pareja no es lo maravillosa que crees que es”, “este tiene una cara de chanta infernal”, “ella no va a  ser tan comprensiva dentro de tres años”,… ¿Por qué no me pidieron discernimiento a mi cuando me casé? ¿Sabe la mala sangre que me hubiera ahorrado? No, cuando me casé, totalmente víctima del amor, algo con lo que ustedes trafican desde hace 2000 años, me recibieron con los brazos abiertos. Diez años después, ya en mis cabales y con un discernimiento espantoso, me quiero separar y me dicen: “no, ahora no se puede”. ¡Por favor padre! ¿Ahora resulta que para ser católico hay que razonar? Mi mamá no razonaba cuando la bautizaron, pero en ese momento no importó porque había que aumentar la clientela. El primero te lo regalan, el segundo te lo venden y después te borran."


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