Llevaba tiempo con ganas de escribir algo sobre IU tras su polémica decisión de ‘regalarle’ el poder al PP en Extremadura. Los militantes de IU en dicha región han decidido no apoyar un nuevo gobierno socialista y seguramente tengan sus razones. 29 años de gobierno de un mismo partido acaban provocando heridas muy difíciles de cicatrizar. De ahí, que ni la intervención a última hora de Cayo Lara, coordinador federal del partido, impidiera que una fuerza de izquierdas le entregara el poder en bandeja de plata a una de derechas.
Antes de proseguir debo hacer una confesión, en las pasadas elecciones municipales mi voto a la Comunidad de Madrid fue para Gregorio Gordo, candidato de IU. Por eso mismo veo con estupor la actitud de IU en Extremadura, viniendo a mi mente la siguiente reflexión: “Si PSOE e IU hubieran alcanzado los votos suficientes en la Comunidad de Madrid como para desalojar del poder a Esperanza Aguirre y formar un gobierno de izquierdas, ¿IU hubiera procedido igual que en Extremadura?”. Este pensamiento me provoca la sensación de que votando a IU tiré mi voto a la basura.
IU tiene ante sí una gran oportunidad para recuperar la confianza de miles de españoles que no votan a la derecha y que están desencantados con la deriva del gobierno socialista. Pero en vez de aprovecharlo, dilapidan su escaso crédito con decisiones como la tomada en Extremadura. Y el que queda en peor lugar es su cabeza de lista, Cayo Lara, que parece incapaz de poner orden en un partido en el que cada uno tira para un lado. Mi desconfianza hacia IU nace de su incapacidad para dar sensación de unidad, al fin y al cabo si no son capaces de organizarse entre ellos... ¡como para organizar un país!
De manera que aquellos que nos consideramos de izquierdas y creemos que otro modelo es posible, perdemos una de las alternativas. La otra es ‘tirar’ el voto, dando nuestra confianza a partidos minoritarios que con la actual ley electoral nunca alcanzarán representación parlamentaria. Para acabar de hacer el ridículo IU intenta rapiñar votos entre los manifestantes del 15-M, un grupo tan heterogéneo que no quiere que nadie los represente. Esto ha provocado que las apariciones de Cayo Lara en algunos de sus actos hayan acabado como el rosario de la aurora. Así la anunciada ‘Refundación de la izquierda’ abanderada por Cayo Lara nos deja con cara de tontos y preguntándonos, ¿hacia dónde va Izquierda Unida?
Roberto C. Rascón. @rcrascon
Creo que en el penúltimo párrafo das en el clavo: el principal problema de IU es su desunión, sus continuas y feroces batallas internas. Ésa es la explicación de que apenas hayan subido un punto respecto a 2007 en las pasadas elecciones, cuando el escenario (desencanto de la base social del PSOE, reacia a irse al PP y que en buena parte puede ser votante potencial de IU) era inemjorable para ellos.
ResponderEliminarNo obstante, no creo que debas extrapolar lo pasado en Extremadura a ningún otro sitio, menos aún la Comunidad de Madrid. Aquí hubieran apoyado al PSM por encima de todo. En Extremadura IU y PSOE están enemistadísimos (también en Andalucía) por el ninguneo al que los socialistas les han sometido tradicionalmente. Imagínate el hastío de IU, para tener que facilitar (que no apoyar, ojo, solo se abstienen y dejan gobernar al más votado) la investidura de Monago. Además, han pactado con el PP una serie de puntos, hasta ocho, de los que IU llevaba en su programa y que el gobierno popular desarrollará.
Pues eso, que me gusta que empieces a tratar también la política en tu blog ;)