LA JUNGLA DE ASFALTO (1950), John Huston.
Un ladrón recién salido de la cárcel con un ‘atraco perfecto’ en su cabeza (Doc Erwin Riedenschneider), un pobre diablo que desea volver a sus orígenes y olvidar la podredumbre de la gran ciudad (Dix Handley), un abogado arruinado que no sabe como dejar atrás sus penalidades económicas (Alonzo D. Emmerich), un experto en reventar cajas fuertes con una familia a la que ofrecer una vida mejor (Louis Ciavelli), un corredor de apuestas voluble y asustadizo (Cobby), un camarero metido a chofer siempre dispuesto a ayudar a sus ocasionales compañeros (Gus Minissi), una joven con pocas luces y dispuesta a mentir para salvaguardar su modo de vida (Angela Phinlay) y una mujer enamorada de un hombre sin futuro (Doll Conovan). Este es el punto de partida de una de las mejores muestras de cine negro de la historia del séptimo arte.
Una vez vista La jungla de asfalto se hace muy difícil olvidar a este grandioso grupo de perdedores, cada cuál mejor y más interesante. Pese a sus defectos, les cogerás cariño y querrás que triunfe su ‘gran golpe’ aunque intuyes que se dirigen irremisiblemente al naufragio. Incluso ellos mismos son conscientes de ello, pero aún así continúan adelante porque la esperanza es lo último que se pierde. Todos caen, uno a uno, en manos de la fatalidad. Unos acabarán encarcelados, otros muertos, pero todos ellos pierden con dignidad. Solo el menos acostumbrado a levantarse y seguir adelante, tomará la salida fácil. Y es que son víctimas de la terrible ‘jungla de asfalto’ que nos dibuja con mano maestra John Huston.
El director estadounidense es sin ninguna duda uno de los ‘grandes’. El realizador de películas como El hombre que pudo reinar, La reina de África o El tesoro de Sierra Madre, tiene que estar sí o sí en el Olimpo de la historia del cine. Y es que su vida fue de cine, hizo de todo para el séptimo arte, siendo actor, guionista y director. Le dio un Oscar a su padre (Walter Huston) por su interpretación en El tesoro de Sierra Madre y otro a su hija (Anjelica Huston) por su papel en El honor de los Prizzi. Pero no se limitó al mundo del cine, ya que también fue boxeador, periodista, novelista, militar, criador de caballos, cazador, coleccionista de arte, etc. Aparte de las ya mencionadas, tiene un puñado de películas absolutamente imprescindibles como Los que no perdonan, Dublineses, La noche de la iguana, Moby Dick, El halcón maltés, Cayo Largo,...
Esta película también supone una de las primeras apariciones de Norma Jeane, más conocida como Marilyn Monroe, en la pantalla grande. La rubia más famosa y voluptuosa de la historia del cine hubiera cumplido esta semana 85 años, si un cóctel de barbitúricos no se hubiera cruzado en su camino. Aunque su papel es secundario y sus minutos en pantalla escasos, se convirtió en la gran revelación de la película enamorando a todos los espectadores que la veían. Tanto es así, que como bien demuestra el cartel promocional de La jungla de asfalto, ella parece ser la protagonista. Por último reseñar que 6 años después el genial Stanley Kubrick firmaría su primera, de las muchas que le seguirían, obra maestra. Su título, Atraco perfecto, y su argumento parecen ser un homenaje a La jungla de asfalto, incluso elige al mismo protagonista, Sterling Hayden.
Por Roberto C. Rascón. @rcrascon
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