Ginger Rogers y Fred Astaire bailando al ritmo de la canción Cheek to Cheek. Mejilla con mejilla ambos nos regalan una de las escenas más famosas de la historia del cine. Cinco minutos que demuestran que la "magia del cine" no es una frase vacía, sino que está colmada de verdad. Es difícil no emocionarse viendo a esta pareja danzar por la pantalla, unos se pondrán de buen humor, otros se pondrán melancólicos, pero nadie quedará indiferente.
La escena en cuestión pertenece a la película Sombrero de Copa. Estrenada en 1935, pronto alcanzó un rotundo éxito, tanto que convirtió a Fred Astaire y a Ginger Rogers en pareja de hecho. Ambos protagonizaron una decena de películas entre las que destacaron La alegre divorciada, En alas de la danza o Ritmo loco. En definitiva, la pareja de bailarines más célebre del séptimo arte.
Sombrero de Copa es una comedia musical que vista 75 años después no ha perdido ni un ápice de su encanto. Ha envejecido y no por su temática, los enredos amorosos aun siguen a la orden del día en el cine actual, sino porque la historia que rodea a los números musicales flojea. Esto es algo habitual en el cine musical, salvo honrosas excepciones. Tampoco ayuda la plana dirección de Mark Sandrich.
El gran mérito de la película recae por tanto en las canciones de Irving Berling. Además del ya mencionado Cheek to Cheek destacan otras composiciones como No Strings (I'm Fancy Free), Isn't This a Lovely Day (to Be Caught in the Rain), Top Hat, White Tie and Tails o The Piccolino. Ahora os dejo con esa escena que demuestra que se puede hacer magia a 24 fotogramas por segundo y con la constatación de que emociona hasta al hombre más duro. John Coffey, protagonista de La milla verde, lo sabe bien.
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