Hace escasos minutos tenía conocimiento del fallecimiento del escritor argentino Ernesto Sábato. Esta importante figura de la literatura ha dicho adiós a la vida con 99 años en su domicilio de Santos Lugares. Solo escribió tres novelas, El túnel, Sobre héroes y tumbas y Abaddon el exterminador, cultivando en mayor medida el género del ensayo. Además de por su labor literaria, permanecerá en el recuerdo por ser una de las personalidades más críticas con la infame dictadura argentina. También destacó por su empeño como defensor de todas las víctimas y desaparecidos, lo que refleja a la perfección su libro Nunca más.
Solo he tenido el privilegio de leer El túnel y me gustaría compartir algunas frases del libro que recogí en su momento. Frases que reflejan la calidad literaria de este comprometido escritor.
"Siempre he pensado que no hay memoria colectiva, lo que quizá sea una forma de defensa de la especie humana."
"La frase “todo tiempo pasado fue mejor” no indica que antes sucedieran menos cosas malas, sino que, felizmente, la gente las hecha en el olvido."
"En dos o tres oportunidades lamenté no poder comunicarme con una mujer, en esos pocos casos en que parece imposible resignarse a la idea de que será para siempre ajena a nuestra vida."
"A veces creo que nada tiene sentido. En un planeta minúsculo, que corre hacia la nada desde hace millones de años, nacemos en medio de dolores, crecemos, luchamos, enfermamos, sufrimos, hacemos sufrir, gritamos, morimos, mueren y otros están naciendo para volver a empezar esta comedia inútil. ¿Toda nuestra vida sería una serie de gritos anónimos en un desierto de astros indiferentes?"
En todo caso había sido un túnel, oscuro y solitario: el mío, el túnel en que había transcurrido mi infancia, mi juventud, toda mi vida. Y en uno de esos trozos transparentes del muro de piedra yo había visto a esta muchacha y había creído ingenuamente que venía por otro túnel paralelo al mío, cuando en realidad pertenecía al ancho mundo, al mundo sin límites de los que no viven en los túneles [...] Y, entonces, mientras yo avanzaba siempre por mi pasadizo, ella vivía afuera su vida normal[...] Y a veces sucedía que ella no llegaba a tiempo o se olvidaba de este pobre ser encajonado, y entonces yo, con la cara apretada contra el muro de vidrio, la veía a lo lejos sonreír o bailar despreocupadamente o, lo que era peor, no la veía en absoluto y la imaginaba en lugares inaccesibles o torpes. Y entonces sentía que mi destino era infinitamente más solitario de lo que había imaginado."
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