- Sí hijo, ya lo sabes. Lleva diluviando desde antes de que tú nacieras.
- Entonces nunca dejará de llover. ¿Por qué? Me contaste que hace años no llovía siempre.
- Dios está enfadado con nosotros, nos portamos mal y ahora nos castiga.
- ¿Y no podemos hacer nada para que nos levante el castigo?
- Sí, ser mejores personas.
El padre carga su pistola, apunta y dispara a un hombre.
- ¿Por qué lo haces papá? Así nunca nos perdonará.
- Tenemos que comer hijo.
Entonces cesa de llover y sale un sol radiante.
Comentarios
Publicar un comentario