¿QUÉ FUE DE BABY JANE? (1962) Tuve la oportunidad de ver ¿Qué fue de Baby Jane? casi al mismo tiempo que Cisne negro y, desde entonces, son dos películas que van íntimamente ligadas en mi cabeza. Cuando terminé de visionar la obra protagonizada por Natalie Portman pensé: “Es una gran película, pero le falta algo para ser perfecta”. Poco después, le tocó el turno a ¿Qué fue de Baby Jane? y comprendí qué le faltaba —más bien le sobraba— a la película dirigida por Darren Aronofsky. Donde Robert Aldrich pone equilibrio, tranquilidad y mesura, el director de Requiém por un Sueño apuesta por la exageración, el exceso y el efectismo. Ambas hablan de la locura, pero lo hacen de maneras muy distintas.