- ¿Mañana va a llover? - Sí hijo, ya lo sabes. Lleva diluviando desde antes de que tú nacieras. - Entonces nunca dejará de llover. ¿Por qué? Me contaste que hace años no llovía siempre. - Dios está enfadado con nosotros, nos portamos mal y ahora nos castiga. - ¿Y no podemos hacer nada para que nos levante el castigo? - Sí, ser mejores personas. El padre carga su pistola, apunta y dispara a un hombre. - ¿Por qué lo haces papá? Así nunca nos perdonará. - Tenemos que comer hijo. Entonces cesa de llover y sale un sol radiante. - ¿Y ahora qué papá? Roberto C. Rascón (@rcrascon)