Hace dos semanas que aterricé en Madrid tras pasar una inolvidable semana en tierras británicas. Hubo muchas risas y también mucho cansancio (en mi vida había andado tanto), personajes peculiares y lugares increíbles. Ahora, con las cámaras digitales se pueden tirar fotos y más fotos, lo que provoca que a la vuelta intentar organizarlas se convierta en una misión casi imposible. De las casi 300 fotos que hice, he hecho una pequeña selección con lo mejor.
Catedral de Sant Paul: Con su imponente cúpula domina el cielo de Londres. La instantánea está tomada desde el Millennium Bridge, y es que hay que alejarse para tomar una fotografía que haga justicia a su magnificencia.
Casas del Parlamento: El edificio más reconocible de Londres. Subir la orilla del Támesis y toparse con el Big Ben te deja maravillado, eso que tantas veces has visto por la TV está a unos pasos de ti.
Picadilly Circus: Salir del Metro y quedar deslumbrado por sus luminosos desafiando un cielo plomizo es impresionante, tanto como la ingente cantidad de personas que pasean bajo su fulgor.
Royal Albert Hall: Un edificio que tenía unas enormes ganas de ver y casi tuve que arrastrar a mis acompañantes hasta él. Al final mereció la pena, porque comer en Hyde Park con este majestuoso teatro como testigo tiene su encanto.
The Tube: El Metro de Londres es la mejor manera de moverse por la ciudad. Rápido y confortable, aunque comprender el funcionamiento de las líneas no es nada fácil. Echamos horas y horas en el subsuelo londinense.
Puente de Londres: Una obra arquitectónica extraordinaria. Dos torres preciosas flanquean el paso de los barcos sobre el río Támesis. Además ese día era la Maratón de Londres, por lo que pudimos cruzarlo sin tener que tragar humo.
London Eye: Una noria gigantesca frente a las Casas del Parlamento en la otra orilla del río Támesis. Es caro, pero merece la pena pasar media hora divisando Londres desde las alturas, a no ser que tengas vértigo.
Palacio de Buckingham: Lo visitamos dos semanas antes de la Boda Real y todo estaba engalanado con banderas británicas. La zona estaba fuertemente vigilada y es que los preparativos estaban en su apogeo.
Harrods: El edificio es bonito por fuera, aunque por dentro es como un Corte Inglés más grande, más caro y más pijo. Es un buen sitio para comprar algunos recuerdos para la familia.
Torre de Londres: Merece la pena visitar esta fortaleza. Tiene mucho que ver, entre otras cosas las Joyas de la Corona, y echas la mañana. Además sus famosos cuervos están tan acostumbrados a los turistas que incluso posan.
Old Trafford: Manchester es una ciudad… Pues la verdad no lo sé, porque solo nos dio tiempo a visitar el Teatro de los sueños. Echas varias horas y ya no da tiempo a más (bueno sí, dio tiempo a comer una carne exquisita en un restaurante cercano al estadio).
Anfield: The Kop, la entrada al campo con el This is Anfield ante ti y el You´ll never walk alone sonando de fondo… y la tienda del Liverpool, en la que te puedes dejar bastante dinero sino te controlas.
Albert Dock: Pasear por este almacén portuario, acondicionado como centro turístico de la ciudad, es un placer. Sentir el viento del mar en tu cara relaja y además el museo de The Beatles espera.
The Cavern: Un lugar en el que se respira historia… además de un fuerte olor a alcohol y sudor que te empapa en cuanto empiezas a bajar las escaleras hasta la cuna de The Beatles. Escuchar I want a hold your hand o Come together ahí, pone los pelos de punta.
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